"Los grandes medios de comunicación atacan contra la juventud uruguaya intentando instalar la figura del menor infractor como el enemigo más peligroso de la sociedad, haciéndonos ver como los principales culpables de los problemas de inseguridad que existen en el país.
Cuántas veces los jóvenes somos noticia de la crónica roja, cuántas veces somos portada de un diario, cuántas veces salimos en la radio, cuántas veces nos viste en la televisión, nos viste en la televisión, nos viste en la televisión...
En Uruguay somos alrededor de 280.000 adolescentes, 1102 estamos incluidos en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente por estar en conflicto con la ley penal, 468 tenemos medidas alternativas y 634 somos privados de libertad en dependencias del INAU. Del total de menores privados de libertad sólo un 2% cometió delitos graves y este 2% representa, en el total de la población adolescente del Uruguay, 0,0043%.
Quienes plantean bajar la edad de imputabilidad afirman que los adolescentes somos inimputables; eso no es cierto. Según el Código de la Niñez y la Adolescencia a partir de los 13 años somos responsables penalmente de los delitos que cometemos. Por otro lado, está demostrado que en ningún país en el que se bajó la edad de imputabilidad se ha reducido la violencia y el delito, lejos de eso, los jóvenes incorporan códigos que aseguran la reincidencia en el delito una vez fuera de las cárceles.
¿Entonces, de qué estamos hablando? ¿Qué intereses hay detrás de todo esto? ¿Somos los jóvenes realmente el problema? ¿Encarcelarnos junto a los adultos te garantiza seguridad? ¿Este es el modelo de sociedad que querés construir? ¿No habrá otra alternativa? ¿Será que somos tan burros los uruguayos?
Te estamos diciendo todo esto porque nosotros sabemos que hay otras alternativas. En Uruguay funciona desde hace casi dos años el Programa de Inserción Social y Comunitaria (Egreso) del SIRPA. Este programa, creado por ley 18.771 tiene como objetivo incluir, integrar, reinsertar en la sociedad a los que hemos estado en conflicto con la ley penal. De hecho ya son más de 250 los jóvenes que pasaron por este programa y no sólo no reincidieron sino que están trabajando, estudiando, aprendiendo un oficio, proyectando una vida diferente.
Este programa es una realidad ya que los trabajadores -a través de sus sindicatos- tuvieron la iniciativa y se comprometieron a llevarlo a adelante en convenios realizados con el INAU, la participación del Estado y las empresas privadas.
Es hora de que como sociedad asumamos este compromiso de defender a la juventud, te necesitamos".